Un nuevo
comienzo 🌞
Cuando llegué
por primera vez a la pequeña población costera, todo me pareció como si ya
hubiese estado antes allí y regresara de nuevo a casa.
Lo primero
que me cautivo fue ver el Mediterráneo, inmenso mar azul que echaba tanto de
menos, su fragancia que impregna el aire, la arena dorada de sus playas, la tranquilidad
del ambiente, ya que a finales de septiembre había pasado el bullicio de gente
de los meses de verano.
Los pequeños
barcos de pesca que salpicaban el mar lleno de vida, los viejos y sabios
marineros sentados a la orilla de la playa remendando sus viejas redes de pesca,
contando historias de mil batallas ganadas al mar, o cantando antiguas y
bonitas canciones, recordando otros tiempos que quedaron en la memoria.
Pasear por
el puerto, con su pequeña avenida llena de pequeñas tiendecitas llenas recuerdos
hechos con conchas y corales.
Chiringuitos
a pie de playa que se resisten al paso del tiempo y todavía perduran como si no
quisieran que llegara el mal tiempo que trae consigo el otoño.
Me gusta la sensación
de sentir que pertenezco a este lugar, aunque no sea así, la simpatía de sus
gentes que te acogen como a uno de ellos y te ofrecen su amistad a cambio de
nada.
Quisiera
quedarme aquí para siempre, en este pequeño rincón del Mediterráneo donde todo
es armonía y calma.
Merche