Cuando mi madre empieza a cantar: el día que nací yo, qué planeta reinaría, por dondequiera que voy que mala estrella me guía.
Eso solo puede significar una cosa, que hoy vamos a tener borrasca, como diría el hombre del tiempo.
Resulta que a mi padre se le ha ocurrido una nueva idea, quiere hacer obras en
la casa y claro a mi madre no le hace ninguna gracia, porque dice que los
albañiles lo ponen todo perdido y además que no viene a cuento, porque el año
pasado ya se reformó la cocina y el baño, así que la casa se queda como está
y punto, que no quiere ni oír hablar más del tema y si quiere hacer experimentos que los haga en el cortijo.
Lo que le pasa a mi padre es que se aburre como una ostra desde que se jubiló
, estuvo 30 años repartiendo con un camión botellas de agua de Lanjarón por
toda la provincia y ahora no sabe qué hacer para distraerse, se pasa las
mañanas en el cortijo dando de comer a los animales y en el huerto recogiendo las cosas de temporada, patatas, lechugas, tomates, pimientos, etc.
El problema viene por las tardes que no sabe en qué entretenerse, se las pasa
viendo programas de esos donde arreglan las casas unos gemelos americanos
y de ahí le vienen esas ideas que tiene.
Dice que como en la tele solo dan desgracias, “que por cierto el que las reparte
ya se podría ir a fastidiar a otro planeta”, es que es una detrás de otra, como no
teníamos ya bastante con el coronavirus que se ha llevado a millones de
personas al otro barrio, tenía que venir ese ruso a fastidiarlo todo, claro de tanto
beber vodka, se le han fundido las entendederas y no se le ocurre otra cosa
que invadir un país que estaba la mar de tranquilo, antes de que él hiciera de
suyas, y encima amenazando al resto del mundo con las armas nucleares, ya
Se podría haber dedicado a jugar al ajedrez que dicen que en eso los rusos son
unos especialistas.
Así estamos todos con la moral por el suelo, encima los políticos españoles que
no paran de decir tonterías y venga a pelearse entre ellos, pero que no arreglan nada de lo que le importa al pueblo soberano, como la subida de los precios.
Donde vamos a parar, es como vender el coche para comprar la gasolina, la juventud sin trabajo y los mayores que se jubilen bien tarde para ahorrarse las pensiones, si es que esto no hay quien lo entienda.
A ver si se ponen las pilas de una vez por todas y hacen algo bueno por este país en lugar de tanto hablar, porque si no vamos apañados.
Merche.
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