martes, 29 de noviembre de 2022

REFLEXIÓN

 

REFLEXIÓN  🙍

A veces me pregunto hacia donde va a parar este país en el que vivimos, parece que de

 un tiempo a esta parte la cosa va cada vez a peor, no puedo entender como algunas

 personas no reaccionen al ver a alguien que sufre vejaciones en colegios o institutos,

 me refiero a que cuando están agrediendo a otra persona en lugar de defenderla sé

 pongan a grabar con sus móviles como si eso fuese lo más normal del mundo y lo

 suban en las redes, que niños y adolescentes terminen suicidándose por la presión que

 soportan.

No es justo, yo opino que se debería enseñar un poco más de educación y de

 respeto, no solo en los centros educativos, sino también dentro de las propias

 familias.

 Tampoco entiendo muy bien cómo hemos llegado al punto de que muchas familias

 tengan que depender para comer de un banco de alimentos, porque no tienen ingresos

 suficientes para salir a delante.

Ya me dirán cómo se puede llegar con 400 € hasta final de mes, si tienen que pagar él

recibo de la luz, el del agua, el butano, etc. cuanto les puede quedar para comprar

 comida, (imposible), eso sí, los políticos venga a subirse los sueldos, (total para lo

 que hacen), es vergonzoso tanto político viviendo del cuento mientras el pueblo está

 pasando penalidades.

Esperemos que esto tenga una solución y que por favor a quien corresponda ponga

 remedio a tanta injusticia.

 Merche.





 






lunes, 21 de noviembre de 2022

RELATO

CAMBIO DE TIEMPO 😱


En mi pueblo, como en todos los de España, ya se empieza a preparar para él

invierno, la gente guarda su leña en los garajes o patios traseros de las casas,

porque siempre llega el frío de sopetón, en una semana pasamos de ir en manga

corta a tener que poner mantas en las camas, normalmente tenemos este clima tan

simpático, que de buenas a primeras pasas del calor al frío y así estamos

todo el mundo, cambiando la ropa de los armarios, deprisa y corriendo.

También en el campo empieza la recogida de las aceitunas y la gente está

muy atareada, pero también dicen qué este año no les cuadran las cuentas, porque

les pagan una miseria por cada recolección y luego en las tiendas el aceite está con

el precio por las nubes, ya se sabe que sube todo menos los sueldos, eso sí que no varía nunca.   

Se nota en el ambiente, con la llegada del frío empiezan a encenderse las chimeneas

que van dejando en el aire ese olor tan característico, se asan castañas en las casas

y se ve menos bullicio de personas por las calles.

Caen, las primeras nevadas y con ellas el frío más intenso, cubren el paisaje con un

manto blanco y anuncian que pronto llegará Navidad.

Se empiezan a decorar las tiendas con adornos navideños y también se van

exponiendo los productos típicos para esas fechas, turrones, mantecados, bombones,

mazapanes y demás comestibles.

Como todos los años, al llegar el mes de diciembre el Ayuntamiento empezará a

adornar calles y plazas con luces de colores formando unos decorativos y vistosos

dibujos, pondrán un árbol en mitad de la plaza de esos con luces de led, sé   

encenderán para regocijo de los más pequeños y de todo el mundo.

Pero como todavía falta un poco para las fiestas, ya se están empezando a montar

algunos belenes, como el de la parroquia, que al ser muy extenso tienen que

empezar pronto porque si no llegan las Navidades y no lo tienen terminado, la

verdad es que es muy bonito y con muchas piezas con movimiento, cada año lo

hacen diferente, cambiando algunas piezas y añadiendo otras nuevas.

Ya va quedando menos tiempo para celebrar las fiestas, esperemos que sean felices

para todos, ya sabemos que no están los tiempos como para muchas celebraciones, que se le va a hacer, hay que tomarse la vida con optimismo, aunque nos cueste un poco a veces.

Merche.












lunes, 14 de noviembre de 2022

RELATO


COSAS DE CASA 📺


Cuando mi madre empieza a cantar: el día que nací yo, qué planeta reinaría, por dondequiera que voy que mala estrella me guía.

Eso solo puede significar una cosa, que hoy vamos a tener borrasca, como diría el hombre del tiempo. 

Resulta que a mi padre se le ha ocurrido una nueva idea, quiere hacer obras en

la casa y claro a mi madre no le hace ninguna gracia, porque dice que los

albañiles lo ponen todo perdido y además que no viene a cuento, porque el año

pasado ya se reformó la cocina y el baño, así que la casa se queda como está 

y punto, que no quiere ni oír hablar más del tema y si quiere hacer experimentos que los haga en el cortijo.

Lo que le pasa a mi padre es que se aburre como una ostra desde que se jubiló

, estuvo 30 años repartiendo con un camión botellas de agua de Lanjarón por

toda la provincia y ahora no sabe qué hacer para distraerse, se pasa las

mañanas en el cortijo dando de comer a los animales y en el huerto recogiendo las cosas de temporada, patatas, lechugas, tomates, pimientos, etc.

El problema viene por las tardes que no sabe en qué entretenerse, se las pasa

viendo programas de esos donde arreglan las casas unos gemelos americanos

y de ahí le vienen esas ideas que tiene.

Dice que como en la tele solo dan desgracias, “que por cierto el que las reparte

ya se podría ir a fastidiar a otro planeta”, es que es una detrás de otra, como no

teníamos ya bastante con el coronavirus que se ha llevado a millones de

personas al otro barrio, tenía que venir ese ruso a fastidiarlo todo, claro de tanto

beber vodka, se le han fundido las entendederas y no se le ocurre otra cosa

que invadir un país que estaba la mar de tranquilo, antes de que él hiciera de

suyas, y encima amenazando al resto del mundo con las armas nucleares, ya

Se podría haber dedicado a jugar al ajedrez que dicen que en eso los rusos son

unos especialistas.

Así estamos todos con la moral por el suelo, encima los políticos españoles que

no paran de decir tonterías y venga a pelearse entre ellos, pero que no arreglan nada de lo que le importa al pueblo soberano, como la subida de los precios.

Donde vamos a parar, es como vender el coche para comprar la gasolina, la juventud sin trabajo y los mayores que se jubilen bien tarde para ahorrarse las pensiones, si es que esto no hay quien lo entienda.

A ver si se ponen las pilas de una vez por todas y hacen algo bueno por este país en lugar de tanto hablar, porque si no vamos apañados.

Merche.












lunes, 7 de noviembre de 2022

RELATO

 EN LA PELUQUERÍA 

Esta mañana he ido a la peluquería de Julito, aunque más parece

un confesionario porque todo el mundo cuenta sus cosas a los demás y si

no, pues, te las preguntan directamente.

La peluquería de Julito es como su vivo retrato, con las paredes

pintadas de rosa y unos pósteres de famosas por todas partes, un secador

de pie de los años 70, también un espejo muy grande frente a los 2 sillones

de peluquería del mismo estilo del secador, un sofá de 2 cuerpos, todo en

rojo vivo, unas cortinas de flores muy grandes y coloridas, un lavacabezas,

un mueble con cajones llenos de peines, rulos, pinzas y demás utensilios

estanterías con muchos productos de belleza, lacas y champús de todas

clases y colores.

Allí estaba Julito, la mar de “sencillo como siempre” con su pelo de color

naranja, pantalón verde fosforito y una camisa hawaiana, dispuesto a

trabajar sin parar de hablar.

 Estando yo cortándome las puntas del pelo ha llegado mi amiga Gracia , me

ha estado contando que se casa el año que viene, aunque todavía no tiene

muy claro lo de la fecha, dependerá de lo que pase con el trabajo de su novio

, que se ha ido a Londres a trabajar por un tiempo y no sabe si se quedara allí

más de lo que tenía pensado.

Dice Julito que este año se ha quedado sin vacaciones porque está

para poder ir a Madrid el año que viene a la fiesta del orgullo, además que lo

poco que gana se lo gasta todo en modelitos nuevos, porque no quiere

parecer un paleto, que él tiene mucho gusto para la moda, (será del carnaval

digo yo), es que todo está por las nubes de caro, cada modelito le sale por

unos 300 €, que es una barbaridad, porque los tiene que pedir por internet, ya

que aquí no encuentra ropa de su gusto porque son todos unos horteras y

que no entienden de moda, no están a la última como él, (no me extraña lo

más mínimo que no encuentre lo que busca con la clase de modelitos que sé

pone).

También nos ha contado que tiene un novio nuevo al que ha conocido

por las redes sociales, se llama Jimmy y es un americano de San Francisco,

dice que es muy guapo igualito al Richard Gere, nos enseñó una foto y más

bien se parece al Vaquerizo y con las mismas pintas, pero ya sabemos que él

amor es ciego, le digo que tenga mucho cuidado porque la gente miente

mucho por las redes y no le vayan a dar gato por liebre, dice que ni que fuera

tonto, además que ya lo conoce por videoconferencia, la única pega que

tiene es que apenas chapurrea el español, pero yo me río mucho con él, le ha

dicho que cree poder venir a conocerlo en persona el próximo verano y Julito

está loco de contento, así que seguramente se irán juntos para la fiesta del

orgullo y que se lo van a pasar bomba, por eso se lo gasta todo en ropa, para

estar más guapo que nunca y rompedor, (que no va a pasar desapercibido

dondequiera que vaya, eso es seguro).

Después me ha tocado a mí su interrogatorio, ¿y tú qué haces ahora Carmencita?.

  _ Como ya sabes, estoy en el paro, porque estaba trabajando de camarera

en un hotel de Sierra Nevada y como han hecho reducción de plantilla, ahora

me veo como el resto de los españoles cobrando de la misma empresa

nacional, por 6 meses y después Dios dirá, de momento no dejo de hacer

cursillos de trabajo de esos del INEM, total para lo que me sirven, porque no

encuentro nada de lo busco.

Para entretenerme estoy escribiendo una novela o algo parecido, para no

pensar tanto en los problemas, ya sé que no soy Cervantes ni mucho menos,

pero a mí me sirve, así no tengo que ir al psicólogo y además me sale gratis

la terapia.

_¿y de qué va tu novela?, me pregunta socarrón:

_ Pues de un peluquero un poquito psicópata y entrometido que mata a todas

sus clientas con piruletas envenenadas, las descuartiza, luego va y se las come.

_ Pero mira que serás malaje, las cosas que me dices, no puede uno ni

preguntar, yo solo quería animarte un poco, tampoco hay que ponerse así,

digo yo, abrase visto las cosas que tiene esta niña.

 _ Me lo dice todo de corrido y sin respirar siquiera.

 No te enfades hombre, que no es para tanto, lo que me pasa es que todavía

no sé muy bien cómo seguir con la historia, estoy un poco estancada, pero

ya me saldrá alguna idea, siempre me pasa lo mismo, pero te prometo que

cuando termine mi novela serás el primero en leerla, aunque creo que

todavía tendrás que esperar bastante.

_ Carmencita si quieres te puedo echar las cartas, para a ver qué nos dicen.

_ Gracias, Julito, pero no hace falta que te molestes, además ya me imagino

  yo lo que me van a decir: que me va a salir un novio guapo y rico, que

encontraré trabajo pronto y que me tocará la lotería, ¿a qué lo he adivinado?

Es que se te ve venir de lejos, hijo, que pareces de esas gitanillas que leen la

buenaventura en la puerta de la catedral, solo te falta el ramito de romero, él

clavel reventón y el mantón de Manila. 

Así que mejor lo dejamos correr, además que yo no me creo en esas cosas

de que te cuentan el futuro y luego todo es pura fantasía, además que para

que me digan penas ya tengo bastantes con las que llevo encima, como para

saber más.

Y después de esto, Julito empezó a decirnos: El otro día le estuve contando

  a mí Jimmy todas las fiestas que tenemos durante los meses del año y

alucino, si es que no paramos, cuando salimos de una fiesta nos metemos

en otra, por eso dicen en el extranjero que en España vivimos siempre de

juerga en juerga, así vienen tantos turistas a nuestro país, como en los

suyos no están acostumbrados a estas cosas, se asombran y piensan que

aquí no trabaja nadie, digo yo que será la dieta mediterránea, nuestro sol, él

clima, o que sabemos disfrutar de la vida, pero el que viene de fuera al final

termina quedándose a vivir aquí, por algo será digo yo.     


Merche.
 







domingo, 30 de octubre de 2022

RELATO


     LA CASA ENCANTADA 


Me contó mi madre que un día llegó la señora Engracia y le dijo que hace tiempo le pasó una cosa muy curiosa cuando restauraron la vieja casa de sus padres, que había pasado de generación en generación y es muy antigua, por eso tuvieron que restaurarla porque algún día se les podía caer encima de ellos y como siempre ha sido de la familia, no querían que llegase a esos extremos y que después se tuvieran que arrepentir.

La casa en realidad es un palacete del s. XIX, está a las afueras del pueblo, su bisabuelo Gervasio la hizo edificar cuando se casó con una señorita de buena familia a la que conoció en una tarde de toros en la feria de Granada.

Ella fue acompañado a un hermano suyo que era muy amigo de fiestas y jaranas propias de la gente de la alta sociedad.

 Don Gervasio podía haber pasado por su padre, ya que por entonces contaba con 40 años y ella 20 primaveras.

Nunca se le conoció ninguna relación seria hasta entonces, porque solo se preocupaba en ganar dinero y no siempre de forma demasiado legal.

Casi toda su fortuna la obtuvo porque hacía préstamos a los campesinos que le pedían dinero para poder pagar los gastos de la siembra, con unos altos intereses a cambio y que le pagaban después de las cosechas.

Claro está que no todo el mundo podía cumplir con lo pactado, por las inclemencias del tiempo muchas cosechas se perdían y él se aprovechaba y se quedaba con las tierras de los pobres arrendatarios que no le devolvían el préstamo a su debido tiempo.

La señorita en cuestión se llamaba Remedios, aunque todo el mundo la bautizó como la marquesita, era muy bonita, morena, alta y de ojos verdes, pero todo lo que tenía de guapa también lo tenía de quejica, tacaña y marimandona.

Hasta llegar al punto que casi nadie quería trabajar en su casa porque además miraba a todo el mundo por encima del hombro, a los empleados y criadas especialmente.

Los hacía trabajar de sol a sol en los campos y sin salario, solo les pagaba con la comida más bien escasa y explotándolos como si fueran esclavos.

La mayoría de ellos eran casi todos analfabetos, y se aprovechaban todo lo que podían y más de esa pobre gente.

Don Gervasio era como ella o aún peor, era todo un señor cacique que se pensaba que el pueblo era suyo y creía que podía ir avasallando a todo el mundo solo por el hecho de tener dinero, aunque al final no le sirviese de mucho porque se murió y no se pudo llevar nada, eso sí, fue el más rico del cementerio.

Aunque ya se encargó su único hijo en dilapidar la fortuna del padre en cuatro días, a base de juergas de todo tipo, la marquesita terminó arruinada y más sola que la una.

Pues a lo que iba, resulta que cuando la señora Engracia acabo de reformar la casa se mudaron a ella con su familia y empezaron a pasar cosas raras en el palacete.

Por las noches se escuchaban ruidos extraños como si hubiese alguien en el desván y todos estaban muy asustados pensando que era el fantasma de su antepasada, la marquesita o de don Gervasio.

Así estuvieron por lo menos dos meses de sobresaltos y sin poder dormir, hasta que un día su marido, que se llama Paco, se cansó de tanta historia y subió al desván con la escopeta de caza cargada para acabar de una vez con tanta incertidumbre.

Pero allí no encontró a nadie y eso que lo puso todo patas arriba varias veces.

Al final resultó que los ruidos provenían de un búho que se había colado por un ventanuco y no podía salir a volar fuera, por eso se oían tantos sonidos en la noche.

Además del viento que se colaba por todas partes en las noches de tormenta y que hacía crujir las maderas del tejado emitiendo unos ruidos muy fuertes y fantasmales.

Desde entonces volvió la calma al caserón y todos tan contentos, pero el susto que se llevó, no se le va a olvidar en la vida a la señora Engracia.

Merche.                            







lunes, 24 de octubre de 2022

RELATO

 EL REENCUENTRO


Dicen que todos tenemos un tío en América, pues yo tengo un tío abuelo que se llama Emilio. 

El tío Emilio es hermano de mi abuela Carmen, la madre de mi padre.

Dicen que el tío Emilio tuvo que hacer las Américas, como miles de españoles durante la guerra civil, para que no le dieran mata rile, porque era republicano y socialista, al terminar la contienda no tenía mucho futuro si se quedaba por aquí, ya que las cosas se pusieron bastante feas para los que perdieron la guerra.

Mi bisabuelo tuvo que vender su vaca, que era la única que tenía para poder pagarle el pasaje del barco, él decía que un hijo vale más que todas las vacas del mundo y con razón.

Así que el tío Emilio embarcó rumbo a Cuba en el primer barco que zarpaba y no le quedó más remedio que marcharse en él, con todo el dolor de su corazón, pensando que quizás no volvería a ver a su familia jamás.

Cuando el barco atracó en la Habana estuvo dando tumbos por el puerto varios días pasando muchos apuros, porque apenas llevaba dinero y se las tuvo que apañar como

pudo, hasta que conoció a otro español que trabajaba en un almacén de tabaco, se hicieron amigos y le consiguió un trabajo, tenía que seleccionar las hojas del tabaco y llevarlas al secadero para que luego hiciesen los puros que se hacían a mano.

Allí estuvo viviendo varios años, trabajando en lo que se terciara, aparte del tabaco

también estuvo cortando caña de azúcar para hacer ron, pero cuando empezó la revolución de Fidel Castro se marchó a Argentina porque ya había tenido bastante con lo que había sucedido en España y no quería más líos, así que se fue lo más lejos que pudo de revueltas y demás historias que no traen nada bueno para el pueblo.

Ahorro todo lo que pudo y para allá que se marchó, en Argentina se encontró con muchos españoles también exiliados como él, enseguida se adaptó al país que en aquellos tiempos era uno de los países más seguros y ricos de América. 

En Buenos Aires encontró trabajo como mozo en una zapatería que era de unos españoles gallegos, estando trabajando allí conoció a una muchacha que trabajaba de dependienta, con el tiempo empezaron a salir juntos y al final terminaron casándose y tuvieron varios hijos.  

Así fueron pasando los años, pero mi tío añoraba mucho su tierra, dijo a sus hijos que se venía para España a ver a su familia, antes de que fuese demasiado tarde y se fuera para el otro barrio. 

Un buen día se presentó en casa de mis abuelos y mi abuela Carmen le abrió la puerta, como no lo reconoció y se la cerró en la cara.

El tío Emilio volvió a llamar otra vez y le dijo a mi abuela: pero Carmen tanto he cambiado que no reconoces a tu hermano?.

A ella casi le da un patatús de la impresión, se quedó como petrificada un buen rato, habían pasado 50 años sin verse, entonces mi abuela se le abrazó llorando y empezó a llamarnos a todos para que lo conociéramos.

Estuvo contándonos como le habían ido las cosas desde que emigró y se quedó un mes con nosotros, hasta que se volvió para su casa en Argentina con su familia.

No hemos perdido el contacto con los primos americanos y solemos hablar por teléfono de vez en cuando, siempre por Navidad y en los cumpleaños.


A veces la vida te da esos regalos que uno no se espera y que no hay que dejar escapar, porque la vida es muy corta, hay que aprovecharla siempre, pase lo que pase.

Merche.







jueves, 13 de octubre de 2022

RELATO

 

RECUERDOS     


Hoy hace  un día gris, el cielo está cubierto de nubes negras que amenazan lluvia.

 Es una tarde típica de otoño, donde apetece quedarse en casa y disfrutar de un rato de soledad o de compartir con amigos las experiencias vividas en las vacaciones, de hablar de las cosas que nos pasan y que por no tener nunca tiempo dejamos siempre para luego y al final nunca lo hacemos.

Me he levantado esta mañana un poco nostálgica, así que me he puesto a mirar las viejas fotos de cuando era pequeña, los recuerdos me han ido llegando despacito, como cuando ves una película antigua.

En una de esas fotos están mis padres el día de su boda, tan jóvenes y guapos los dos, la foto de mi bautizo en la que salgo yo con toda mi familia, padres, hermano, mis abuelos, tíos, primos y padrinos.

En otra salgo yo el primer día de colegio, con dos coletas y la bata de clase con mini cuadrados rosas y blancos.

Lo que más recuerdo era cuando mi padre se tenía que ir a trabajar a Francia en la vendimia y se marchaba uno o dos meses, yo creía que se iba para siempre y no paraba de llorar.

Pero cuando volvía todo era una fiesta como en Navidad, llegaba cargado de regalos para todos. 

Embutidos, patés, quesos de la vaca que ríe, vino, juguetes para nosotros, a mí me trajo una vez una muñeca que le tirabas de un cordoncillo y te hablaba en francés, a mi hermano un coche de policía que andaba con pilas, hacía mucho ruido con la sirena y se le encendían las luces de alarma.

 A mi madre le trajo un radiocasete, que entonces era una novedad y un montón de cintas con música variada.

El primer coche que se compró mi padre era un SEAT 600 de color rojo brillante, mi madre le dijo que parecía un tomate, porque era pequeño y redondo, así que lo bautizamos como el pomodoro, (qué es tomate en italiano, pero suena más original).

Todos los domingos por la mañana mi padre decía: Venga a espabilarse que nos espera el pomodoro para ir de excursión.

El coche de papá era como una caja de sorpresas, porque nunca sabíamos dónde íbamos ese día, unas veces al campo o la playa, a recorrer pueblos por la costa o la sierra, a ver las cuevas de Nerja, etc.

Cuando volvíamos a casa siempre merendábamos: pan con chocolate, rebanadas de pan con aceite de oliva y azúcar o con leche condensada, también los bizcochos que nos hacía mi abuela, las tortas de manteca y chicharrones, ¿por qué será que la comida siempre va ligada a los recuerdos?

 La 1.ª televisión que tuvimos era de la marca Vanguard, que se veía en blanco y negro, porque todavía no había llegado la TV de color a España.

 Cuando salíamos del cole que entonces era por la mañana y por la tarde y de lunes a sábado, “se quejan los niños de hoy en día que tienen muchas tareas”, ya quisiera ver cómo se las apañaban ahora sin calculadoras, teléfonos ni ordenadores.

Nos dejaban ver la tele después de hacer las tareas del cole, donde veíamos los dibujos animados de los picapiedra, la pantera rosa, don gato, la hormiga Atómica, etc.

También había programas para niños como los Chiripitiflauticos, con Valentina, el capitán Tan, el tío Aquiles, Locomotoro y los hermanos malasombra.

Donde nos lo pasábamos genial viéndolos y después a jugar a la calle para que nos diera el aire, entonces no había problemas de sobrepeso en los niños, porque quemábamos las calorías corriendo y saltando, no como ahora que se pasan todo el tiempo frente a una pantalla.

Estos son algunos recuerdos de mi infancia, supongo que son los mismos que tenemos todos los de mi generación, cuando la vida era más tranquila que ahora, un tiempo muy feliz que nunca olvidaré.

Merche.

  
                                                                             El pomodoro


  

 

         




lunes, 3 de octubre de 2022

RELATO


 MEMORIAS DE LA RADIO

 
Cuando mi madre cose siempre pone la radio, dice que le traen recuerdos  de cuando ella era pequeña, donde la única distracción que tenían los pobres era poder escuchar los programas que se emitían por la radio.

Eran otros tiempos, donde la mayoría de los españolitos veían pasar la vida en blanco y negro, que era como se veía entonces la tele, eso el que se lo podía permitir, que eran pocos, los demás se tenían que ir al bar, para poder ver el futbol o los toros.

Mi madre se pasaba el día escuchando la radio porque emitían muchos programas de todo tipo y concursos musicales donde las personas que querían ser cantantes se daban a conocer.

Algunos triunfaron y otros no, como suele pasar siempre, el que ganaba normalmente, las discográficas de entonces les grababan un disco y se ocupaban de sus carreras musicales, una cosa parecida a operación triunfo de la época.

También había concursos de preguntas y respuestas, radionovelas que tenían enganchado al personal por mucho tiempo porque eran muy largas y dramáticas, donde a los personajes les pasaba de todo.

Una emisora en particular: Radio Nacional de España, donde las personas solían llamar o escribir para felicitar en cumpleaños o santo, normalmente, con una canción dedicada para algún familiar que estaba en el extranjero o haciendo el servicio militar.

El programa que más tenía enganchadas a las españolas era el Consultorio de Elena Francis, en el que mujeres, la mayoría de las veces, escribían para pedirle consejos de todo tipo, de belleza, moda y principalmente sentimentales, que ella se encargaba luego de responder por las ondas.

Como muestra un botón

Apreciada Elena Francis, le escribo para pedirle consejo porque estoy muy angustiada,

me llamo Juanita, soy ama de casa con cinco niños a mi cargo, resulta que mi marido se ha marchado de casa y vive con una señorita más joven que él, cuando viene por casa para ver a los niños yo le echo la bronca como es natural.

Pues se enfada y me maltrata como si la culpa de lo que pasa fuese mía, estoy desesperada y no sé qué puedo hacer para mejorar la situación, así que espero su respuesta muy agradecida. 



Aquí va la contestación de la locutora:

Querida Juanita, mi respuesta a tu carta es esta: yo creo que deberías perdonar como buena cristiana a tu marido, que seguramente esté muy arrepentido de lo que ha hecho y quiere volver a casa con sus hijos, así que mucha paciencia y resignación, seguro que las cosas cambiarán pronto.

Se rumoreaba que las respuestas las escribía una monja, o alguien de la censura,

no me extraña, con esos consejitos que daban tan “inteligentes”, como para seguirlos al pie de la letra, (solo le faltaba decir pobrecito él y de paso que le hicieran un monumento) vamos que el asunto tendría guasa si no fuera porque es como para llorar de indignación.

 Aunque parezca mentira, el programa estuvo en antena hasta los años 80.

 Madre mía, por favor lo que tenían que soportar algunas mujeres, así que calladita o si no te daban jarabe de palo, más o menos como ahora, que encima las matan y se suponía que con la democracia las cosas mejorarían, pues parece que vamos cada día a peor. 

Dice mi madre que eso lo arreglaba ella en un pispás,

dándole a ese sinvergüenza y a todos los de su calaña, un café con aceite de ricino para que no pudiera salir del cuarto de baño en una semana, (por lo menos), ya verías tú lo manso que se volvía entonces, no le iban a quedar ganas ni de pegar un sello.

Merche








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